El proyecto Videoactivo, desarrollado recientemente por la Universidad de Zaragoza, ha concluido que los videojuegos activos son una alternativa para promover el ejercicio físico y combatir la obesidad infantil, uno de los principales problemas de salud pública a nivel mundial.
Esta investigación, financiada por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (MINECO), ha analizado los efectos de una intervención durante cinco meses con videojuegos activos combinados con ejercicio multicomponente sobre la resistencia cardiorrespiratoria, uno de los componentes de la condición física estrechamente relacionada con la salud cardiovascular, medido a través del consumo máximo de oxígeno, en niños y niñas de 9 a 11 años con sobrepeso y obesidad.
La evidencia científica muestra que el ejercicio multicomponente, que incluye fuerza muscular y resistencia aeróbica, es efectivo para incrementar la resistencia cardiorrespiratoria, tanto en la etapa adulta como en la niñez. La predilección de los niños por nuevas tecnologías, que generan una gran cantidad de tiempo sedentario frente a pantallas, es la solución que ha tratado de buscar el proyecto Videoactivo para proponer la alternativa de promover el ejercicio físico a través de videojuegos activos.
Wii, Xbox 360, rodillos BKOOL y esterillas de baile
Los 28 escolares con exceso de peso participantes en el estudio fueron divididos en dos grupos, en uno de los cuales 20 participaron en un programa de ejercicio físico tanto de fuerza como de resistencia aeróbica y videojuegos activos con las videoconsolas Wii, Xbox 360, un ciclo-simulador con los rodillos BKOOL y unas esterillas de baile conectadas con ordenadores.
Estas sesiones de entrenamiento se realizaban tres días por semana durante cinco meses con una duración de una hora aproximadamente y los participantes asistieron de media a más del 75% de las sesiones, mostrando motivación.
El grupo de 8 niños y niñas restante no realizó ninguna de las sesiones durante el mismo periodo de tiempo, recibiendo con el otro grupo varias sesiones teóricas de educación en estilo de vida, tanto a nivel de actividad física como nutricional, pero en ningún caso se pautó ningún tipo de dieta ni programas de ejercicio físico.
Frecuencias cardíacas más bajas y menor gasto energético
Los resultados mostraron que el grupo que realizó la intervención con videojuegos activos alcanzó frecuencias cardíacas más bajas en todas las fases submáximas de la prueba de esfuerzo y un menor consumo de oxígeno también en estas fases, mientras el grupo de control no experimentó cambios, lo que nos indica que los primeros llegaron a ser más eficientes tras la misma, pudiendo desarrollar la misma intensidad y carga con menor gasto energético.
El equipo de investigación también calculó el porcentaje individual de consumo de oxígeno para cada fase submáxima, determinando que el grupo de intervención disminuyó el mismo en todas las fases, a diferencia del grupo control que solo lo hizo en una. Además, se pudo observar que los jóvenes con un mayor porcentaje de grasa mostraron mayores mejores, posiblemente debido al mayor rango de mejora del que disponían.
Los niños y niñas con sobrepeso u obesidad pueden mejorar su resistencia cardiorrespiratoria, y por tanto mejorar su salud, a través de una intervención de ejercicio multicomponente con videojuegos activos. De esta manera, pueden ser un gran aliado para la lucha contra la obesidad, si se centran los esfuerzos en la realización de intervenciones adecuadas para dicha población.