El estudio Protect your digital life this summer and school year de McAfee, compañía especializada en seguridad informática, asegura que durante las vacaciones los niños juegan una media de dos horas diarias, lo que se traduce en unas 15 horas semanales. En esta época, los adultos también relajan sus exigencias y suelen ser más condescendientes. Sin embargo, esta permisividad no debería ser sinónimo de falta de supervisión y de un acceso poco seguro, sobre todo cuando se trata de videojuegos y contenidos online.
Los videojuegos tienen muchos beneficios, tales como el aumento de la concentración, mejoran la toma de decisiones e incluso aumentan el rango de visión, aunque demasiado tiempo libre y falta de supervisión pueden acarrear problemas de adicción en los niños. Como vigilar el uso de los videojuegos es importante, te damos cinco claves en este post para que los niños puedan disfrutar del juego sin riesgos.
Nada de prohibiciones
La prohibición total de los videojuegos generará ansiedad en los niños y adolescentes que seguramente estarán rodeados de compañeros que utilizan los videojuegos, por lo que socialmente podría significar mucha presión. Aquello que prohibimos se convierte en una tentación, así que los pequeños tendrán más dificultad para cumplir las reglas y generará mucha tensión en el ambiente.
Establecer horarios
Lo mejor es dejar claro un horario de uso, esto dejará muy bien limitado cuáles son las condiciones en las que está bien jugar y cuáles no. Por ejemplo, usarlos un par de horas diarias, o dar un máximo de 10 horas a la semana, que pueden repartir como prefieran ellos.
El tiempo máximo es algo que debes negociar con los adolescentes y establecer con los más pequeños. Lo mejor es evitar que se jueguen por la noche, pues eso inhibirá el sueño y mantendrá activo al cerebro cuando debería comenzar su ciclo de sueño.
No, no incrementan la violencia
Algunos de los detractores de los videojuegos consideran que sus contenidos y dinámicas son causa de un aumento en la violencia en la vida real. Lo cierto es que desde la aparición de los videojuegos hace ya varias décadas no se ha registrado un alza en los números de violencia en el mundo, sino todo lo contrario.
Sí existen algunos juegos que podrían ser inapropiados para los más jóvenes, pero la exposición a estos no es una causa de agresividad. No obstante, no está de más vigilar la conducta de los pequeños, así como verificar cuál es la edad recomendada de cada juego al que accede.
Investiga qué opciones tienen
Depende de la consola y el videojuego, existen muchas opciones. Algunos son juegos colaborativos, por lo que tu hijo querrá conectarse para conversar y jugar con otros niños en línea, mientras que algunas consolas permiten el acceso a comunidades muy diversas.
Otros videojuegos requieren pagos extra para mejorar o subir de nivel y otros son por suscripción. Investiga qué requiere cada juego y cada consola y cuida la interacción que tienen tus hijos al interior de las comunidades virtuales.
Juega con ellos
Los videojuegos también son una oportunidad para convivir con tus pequeños y adolescentes. Pídeles que te muestren sus juegos favoritos y averigua por qué les interesan tanto. Esto te ayudará a conocer mejor sus habilidades y retos mientras que pasas tiempo de calidad con ellos. También puedes aprovechar y hacer una tarde convivencia con otros niños para que aprovechen y socialicen, así conoces a sus amigos y cómo se comportan en línea.